domingo, 1 de marzo de 2015

Posdata

Toda historia comienza con una mirada, pero lo que nadie sabe es que nuestra mirada paralizó el mundo por unos instantes.
Aquel día sentí como si mi vida hubiese cobrado sentido en tres segundos. Y para mi que nunca he creído en el amor apareciste tu, yo que nunca creí que dos almas se pudieran volver a encontrar en un mismo lugar, encajando cuales piezas de un rompecabezas, si ese rompecabezas que me estremece cada vez que miro en lo profundo que es el mar de tus ojos.
Aquel día supe que cupido se había equivocado porque tu realmente no querías volver a ver mis labios en tus sueños, tu no deseabas que nada pasase ya que tus ideales así te lo han confirmado, pero paso, tus manos rodearon mi cintura, y el calor de los rayos de sol besaban mi cuello, sintiendo así como los latidos de mi corazón palpitaban cada vez más rápido, recorriste mi piel con la mirada, desnudado cada milímetro de mi divagante alma. Y así pasaron los días y yo no paraba de pensar en ese beso en la oscuridad de una escalera. No paraba de pensar en lo dichosa que era poder ver tu rostro cada día, ni tampoco en lo mucho que iba a sufrir...
Y así es el sufrimiento en silencio es mi perdición, dicen que si no duele no es amor pero yo no creo en eso.
Mi mente no para de pensar en lo distinta que seria si tu algún día decides partir, te llevarás un poco de mi, para que nunca te olvides de aquella chica a la que su vida recordaba a cada instante a tu mirada, a tu sonrisa y a la comisura de los labios al cantar en el idioma de los dioses.
Lo se, pensarás que estoy enamorada, pero no, solo soy una simple discípula de la luna que sabe que en algún momento fuiste suyo por unos segundos.
Posdata: te quiero

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